El 2 de marzo los apoderados de la Escuela Conquistando Futuro (ubicada en La Habana 7461, Población José María Caro), decidieron tomarse el establecimiento para impedir que el alcalde de Lo Espejo y sus concejales procedieran a cerrarlo. Debido a que éstos últimos, obedientes a los planes del viejo Estado, vienen aplicando el cierre de los establecimientos educacionales municipales.
Ya cansados de no tener una respuesta a la situación de los estudiantes, los apoderados decidieron organizar una marcha hacia la Municipalidad de Lo Espejo, junto a todos los alumnos para exigir ante el Consejo Municipal del 8 de marzo la apertura inmediata de la Escuela.
En la sesión del Consejo Municipal el alcalde, Carlos Inostroza (DC), la jefa de la Dirección de Educación Municipal (Patricia Coloma) y todos los concejales, manifestaron en bloque que todos y cada uno de ellos está por el cierre inmediato de la Escuela. En dicha sesión estuvieron presentes 15 representantes de los apoderados, los que manifestaron a estos mafiosos que no existe razón alguna para clausurar el establecimiento de educación básica. Al verse acorralados, el concejal Pedro Sandoval (PS) llamó a un piquete de Fuerzas Especiales para que rodeara la oficina donde se llevaba a cabo la reunión, con lo que se puso fin a la sesión.
Dos días después, nuevamente, alumnos y apoderados marcharon hacia la municipalidad a una reunión donde se discutiría el cierre de la escuela entre el director de la Provincial Sur de Educación, el alcalde, la jefa de la Dirección de Educación Municipal, los concejales y los apoderados. Pero al llegar a la Municipalidad se encontraron con que no estaba en ella ninguna de las “autoridades”. Hecho que provocó la ira de los apoderados y los estudiantes, que echando abajo el portón de la Municipalidad irrumpieron gritando: ¡El alcalde es un ladrón!
Esa heroica acción y muestra de arrojo de las masas en defensa a su derecho a la educación, logró arrancarle a este puñado de mafiosos la reunión que antes se le había negado. Se les comunicó que la reunión se efectuaría en la Provincial Sur de Educación, lugar donde se había escondido este nido de ratas. Los apoderados acordaron enviar a 10 representantes. En esta reunión los apoderados, una vez más pusieron al desnudo que el cierre del establecimiento sólo escondía los mezquinos intereses de clase de estos funcionarios del viejo Estado.
Finalizada la reunión se les comunicó a los apoderados que la Escuela sólo sería abierta si se lograba alcanzar una matrícula de 300 alumnos hasta el día 18 de marzo (hasta esa fecha había 245 estudiantes matriculados).
Para el 18 de marzo los apoderados lograron matricular a 65 nuevos estudiantes, con lo que la meta impuesta por el alcalde y su séquito ya se había superado con creces. Sin embargo, el alcalde, mediante Patricia Coloma, ordenó el retiro de los papeles de 100 alumnos, para hacer imposible el cumplimiento de las 300 matrículas y proceder, de esta forma al cierre del colegio. Ese mismo día a las 17:30 se les comunicó a los apoderados que la municipalidad cerraría el establecimiento. Sin embargo, aunque los funcionarios del viejo Estado venían apostando al desgaste del movimiento, los apoderados decidieron continuar la toma y encadenarse al portón de la Escuela para seguir la lucha, ahora con más fuerza que antes.
¡COMBATIR LA OFENSIVA DEL VIEJO ESTADO
CONTRA EL DERECHO A LA EDUCACIÓN!
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