Origen del Día de la Mujer Proletaria
En 1909 las obreras de la fábrica de blusas Triangle, en New York, emprendieron una fuerte lucha contra las condiciones de extrema explotación a las que eran sometidas:
- Jornadas de 15 horas al día en medio del hacinamiento, encerradas con candados y bajo la supervisión (acoso) de los capataces.
- Sin condiciones de seguridad ni de higiene mínimas.
- Sin derecho a sindicalizarse.
- Cada error o demora implicaba una multa en dinero que las trabajadoras debían pagar de inmediato.
Como protesta a estas brutales políticas de explotación las obreras respondieron con una gran movilización que sería conocida bajo el nombre de la Sublevación de las 20.000 Costureras. En medio de la movilización, las mujeres no sólo develaron la opresión y explotación a las que las sometía la gran burguesía yanqui, sino que además instauraron la demanda: “A igual trabajo igual salario”. Demostrando con ello, que bajo el imperialismo la mujer proletaria sufre una doble opresión, tanto por su condición de clase como por su condición de género.
El 25 de marzo de 1911, un incendio en la fábrica Triangle con las trabajadoras dentro de las instalaciones, se convirtió en una trampa mortal: las salas y los accesos a las escaleras estaban con candado y quienes lograron acceder a las escaleras se percataron de que no llegaban hasta el suelo. Por si fuera poco, las escaleras de bomberos sólo llegaban hasta el sexto piso.
El resultado final fue cientos de obreras heridas y 147 muertas. Este hecho causó una gran indignación en las masas, que en un mitin entierro en el Teatro Metrópolitano, transformaron su llanto en un inmenso estruendo, en medio de las fuerzas policiales que rodearon el lugar para atacar a los manifestantes.
A 101 años de la sublevación de las 20.000 costureras: Queda en evidencia, entonces, que el 8 de Marzo no reivindica a la mujer en abstracto ni a las mujeres burguesas, sino que es una conmemoración de clase, que recuerda y rinde homenaje a las obreras de Triangle y a todas las mujeres obreras y populares del mundo, que son quienes llevan sobre sus espaldas el mayor peso de la explotación y la opresión. El 8 de Marzo es una conmemoración muy significativa para los pueblos del mundo. Pues, termina por desmentir las falsas teorías burguesas, que sostienen que la mujer es inferior respecto al hombre o que posee una naturaleza deficitaria. Tanto la mujer como el hombre pueden desempeñar cualquier labor dentro de la lucha de clases, incluyendo la dirección de los procesos revolucionarios. Y deja en claro, además, que sólo actuando revolucionariamente, en conjunto con el resto del pueblo, se puede alcanzar la auténtica liberación.
La raíz de la opresión a las mujeres populares: la opresión a las mujeres populares es un problema histórico, está estrechamente ligado con el surgimiento de la familia, la propiedad privada y el Estado en el esclavismo. Desde ese momento hasta ahora la condición de la mujer se basa en las relaciones de propiedad que están sujetas a las relaciones de producción, donde un puñado de monopolios se apropia del trabajo de todo el pueblo. Es decir, mientras exista propiedad privada las mujeres no podrán alcanzar su liberación. Esto demuestra que el problema de fondo de la liberación de la mujer proletaria y popular radica en poner fin al sistema de esclavitud asalariada que nos impone el imperialismo.
En Chile hemos visto que después de 4 años de tener una mujer en el gobierno, en nada han cambiado las condiciones de opresión a las mujeres populares. La supuesta “ayuda social” con los “bonos para las dueñas de casa”, no fue más que una excusa del gobierno para traspasar dineros a las AFP’s en momentos que estallaba crisis económica imperialista. Bajo esta supuesta “ayuda a las mujeres pobres” lo que realmente se hizo fue entregar dinero que sale del trabajo de todo el pueblo a las AFP’s para que sigan su dinámica de meternos las manos a los bolsillos. ¿Dónde está entonces la ayuda a las mujeres pobres por parte del gobierno? En ninguna parte.
Esto demuestra que aunque sea una mujer quien esté en el sillón presidencial, si esta emplea los planes que impone el imperialismo, la opresión a las mujeres populares se seguirá profundizando. Es por ello que las mujeres proletarias y populares, en la lucha por su liberación, deben poner en primer plano la lucha contra este sistema de esclavitud y miseria, que alimenta a los parásitos imperialistas y que es, a fin de cuentas, garantía de toda forma de opresión.
¡DESPERTAR LA FURIA REVOLUCIONARIA DE LA MUJER OBRERA Y POPULAR!
“Cualquiera que conozca algo de historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino”. Carlos Marx
“La experiencia de todos los movimientos liberadores confirma que el éxito de la revolución depende del grado en que participen las mujeres”. V. I. Lenin
“Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo y deben conquistarla. Si esta permanece serena, las tempestades revolucionarias que deben barrer el viejo mundo, se reducirán a nubarrones pasajeros”. Mao Tse-tung
